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En la actualidad, el estrés diario, las prisas, la falta de sueño y el hecho de pasar muchas horas de pie o sentado en el trabajo en la misma posición hacen que tengamos tendencia a tener más dolencias en la zona de la espalda, lo que puede afectar nuestra salud, nuestro humor e incluso nuestro rendimiento en el trabajo.
Es por esto que des de hace unos años, se ha generalizado y vuelto como algo rutinario e indispensable para nuestro bienestar, ir a la consulta de un fisioterapeuta. El cual está especializado y puede tratar nuestros dolores, mejorando nuestra postura y nuestros hábitos en el trabajo para evitar futuras molestias o lesiones.
Para realizarnos el masaje, el profesional nos va a colocar en la silla de masaje para realizarnos un masaje en silla o también conocido como masaje “on site”.
Este tipo de sillas son ideales para realizar masajes cortos, de entre 10 y 30 minutos ya que el paciente puede estar vestido y no se utilizan aceites. Según el área a tratar y la técnica elegida por el fisioterapeuta para tratar al paciente, que mejor se adapte a lo que necesita, se hará un tipo de masaje u otro, pero en la mayoría de los casos se trata de derivaciones del masaje shiatsu. En las sillas para dar masajes, el paciente se coloca boca abajo, para dar acceso al terapeuta a las zonas del cuello, hombros y espalda, y así, poder realizar las presiones, palmares, digitales, de codo y antebrazos.
Es muy importante que sea un profesional el que nos dé el masaje, ya que se tienen que se trata de un masaje de profundidad media alta (pero son ser desagradable), al realizar presión sobre los puntos en los que se acumula la tensión puede resultar un poco molesto, pero al dejar de ejercer ésa presión, la sensación de molestia desaparecerá, por eso es importante que nos lo dé un profesional, para que no nos haga daño y para que nos trate bien, ya que si no, nos pueden causar daños reales o un dolor permanente. Con lo que tendremos una sensación de alivio inmediata. Sin embargo, se desaconseja para aquellas personas que tengan los niveles de glucosa en sangre bajos, ya que pueden desmayarse, para aquellas personas que han sufrido una lesión reciente en las zonas en las que va a recibir el masaje, para las mujeres embarazadas (ya que este tipo de masajes puede estimular las contracciones uterinas), personas que tengan inflamaciones, estados febriles, enfermedades infecciosas de la piel, quemaduras u otro tipo de condición física que pueda perjudicar tanto al terapeuta como a el mismo al recibir el masaje.
Estas sillas para recibir masajes en la espalda, resulta más cómodas para aquellas personas que no quieran quitarse la ropa cuando el fisioterapeuta les dé un masaje. En Girodmedical ofrecemos sillas de masaje de la marca Ecopostural, las cuales son perfectas para ajustarlas según la altura de cada paciente y son de muy buen calidad
En Girodmedical ofrecemos las mejores sillas de masajes en la espalda, cuello y hombros. Cómo sabemos que cada terapeuta necesita un material en concreto, que se adapte tanto a sus pacientes como las prácticas que realiza, en Girodmedical ofrecemos sillas de masaje que se puede personalizar, para dar un toco de color a sus consultas. Ofrecemos sillas con soporte facial ajustable, soporte torácico móvil y asiento regulable en altura, para que cada paciente esté cómodo mientras está siendo tratado por el fisioterapeuta.
También hemos pensado en el aspecto práctico, por lo que ofrecemos sillas ligeras, de sólo 7 kg de peso, que se pueden plegar, para transportarlas y guardarlas fácilmente y con una funda de transporte para protegerla mientras la estamos transportando y para que nos sea más fácil en llevarla a cualquier lado. Cómo por ejemplo, la silla de masaje Mediprem ecolight en color azul marino, una silla multifunción, la cual es capaz de soportar una carga de 230 Kg, es resistente a los líquidos, como por ejemplo los aceites de masaje, a los detergentes neutros, y a los desinfectantes. Es de aluminio y tiene un revestimiento de vinilo para ofrecer una máxima calidad.
El primer modelo de silla para dar masajes fue inventado en 1986 por David Palmer, terapeuta masajista de California, quién la utilizaba, no sólo para dar masajes, sino también para educar a la población sobre los beneficios que aporta un masaje al cuerpo humano.
A partir de ahí, en 1993 el Massage Bar desarrolló un soporte especial para pecho y cabeza que se podía colocar sobre una mesa, lo que permitía al cliente sentarse en una silla normal e inclinarse hacia el frente y apoyarse en este respaldo. Además, también se pueden apoyar en las camillas de masaje plegables, las cuales gracias a sus fundas de transporte se pueden llevar a las casa de los pacientes o en los canivetes de consultas por ejemplo, con facilidad, y ofrecer el mejor tratamiento al paciente.
