¿Qué es la pubalgia?
Los síntomas de la pubalgia
La pubalgia es un dolor (el cual se presenta frecuentemente en los futbolistas) que aparece progresivamente en el área del vientre bajo, el pubis e incluso los abductores.
Esta enfermedad era comúnmente conocida como una patología que no estaba bien definida en cuanto a sus síntomas por lo que fue estudiada por dos médicos que se desempeñan particularmente en el ámbito de la medicina futbolística, El Doctor Alain Durey y el Doctor André Boeda.
Gracias a ellos, no solamente ha sido más fácil diagnosticar y tratar precozmente la pubalgia sino también ha sido más fácil prevenirla al modificar profundamente la preparación física que realizan los futbolistas.
La pubalgia es una tecnopatía deportiva con inflamación de la sínfisis del pubis la cual es una articulación prácticamente inmóvil que se encuentra en frente de la pelvis y detrás de la vejiga. Esta patología se presenta principalmente en las personas que practican el fútbol y es una enfermedad tendinosa que fue descrita por primera vez en el año 1932 por el Doctor Spinelli.
Las patologías causadas por la pubalgia atlética
Este es un síndrome doloroso que se presenta al nivel del pubis y que puede englobar diferentes patologías tales como:
- la tendinitis de inserción de los abductores
- la diástasis de rectos abdominales
- la osteoartropatía pubiana micro traumática
- la patología del conducto inguinal
Las condiciones clínicas pueden superponerse. La verdadera pubalgia es a la vez una combinación de un problema inguinal, de una enfermedad de los abductores y de una osteoartropatía pubiana provocada por la práctica del fútbol en el marco de una verdadera tecnopatía.
El diagnóstico médico de una pubalgia
Es relativamente simple diagnosticar una pubalgia atlética una vez el futbolista realiza una consulta médica debido a la aparición de un dolor progresivo, raramente agresivo, que se presenta tras la actividad deportiva en el área del vientre bajo, el pubis e incluso los abductores. Las irradiaciones de estos dolores se extienden hacia los músculos abdominales ya sea hacia el periné o hacia los testículos.
Estos dolores pueden acentuarse con la tos provocada por los esfuerzos de levantamiento o por los movimientos bruscos de flexión del tronco.
El dolor es la señal que indica que se está presentando una pubalgia además que este provoca una impotencia funcional total, tanto para la práctica del fútbol como para realizar movimientos de la vida cotidiana.
La ultrasonoterapia para tratar la pubalgia
La primera etapa de la recuperación comienza al tomarse unas semanas de completo reposo, las cuales son obligatorias para una recuperación óptima. Para el tratamiento de este tipo de condiciones, se recomienda ampliamente la terapia por ultrasonido. Este método consiste en tratar las patologías musculares y la tendinitis a través de la difusión de ultrasonidos en las zonas afectadas por la pubalgia. Las vibraciones generadas por los ultrasonidos estimulan el movimiento de las moléculas afectadas con el fin de crear movimientos similares a los micro masajes. Estos últimos son esenciales para relajar y calmar los tejidos musculares. Por otro lado, las moléculas en movimiento se chocan entre sí de manera que generan calor, optimizan los intercambios intercelulares y favorecen el drenaje.
El ultrasonido terapéutico es simple de realizar y permite tratar múltiples patologías en diferentes partes del cuerpo. Para poder realizar este tratamiento, es importante poseer un aparato de ultrasonido. En efecto, estos poseen programas personalizables que se encuentran adaptados no sólo al tratamiento de la pubalgia sino también al tratamiento de otras patologías médicas. Entre las otras condiciones médicas que se pueden sanar con estos aparatos se encuentran: desgarro muscular, esguinces, rotura del tendón de Aquiles, artrosis, contusiones, entre otras. Tenga en cuenta que este dispositivo médico es ampliamente reconocido por sus múltiples usos ya que este provee efectos analgésicos, descontracturantes, anti inflamatorios y fibrinolíticos.
¿Qué tipo de máquina de ultrasonido utilizar?
Ya que existen varios modelos de dispositivos de ultrasonido disponibles, puede ser difícil seleccionar el que mejor le convenga. Es por esto que es preferible analizar ciertos criterios antes de tomar la decisión de compra. En un principio, es primordial adquirir un aparato que posea una funcionalidad de emisión pulsada y continúa con el fin de poder proveer un tratamiento completo. Es preferible adquirir un modelo con dos frecuencias (1 MHz y 3 MHz) con el fin de tratar la zona afectada tanto en profundo como superficialmente. Por otra parte, la potencia debe ser suficiente para garantizar un cuidado eficaz y rápido (3 W/cm2 es un signo de calidad). El cabezal del aparato de ultrasonido debe ser obligatoriamente impermeable con el fin de poder utilizar el gel para ultrasonidos durante algunas sesiones de terapia. También se debe tener en cuenta su diámetro ya que este depende de las partes del cuerpo que usted vaya a tratar. Un aparato de ultrasonidos posee múltiples programas personalizables de diferentes tipos y para tratar diferentes tipos de patologías. Se recomienda adquirir un modelo que posea programas preconfigurados y que tenga una memoria de almacenamiento suficiente en el caso que usted desee crear sus propios programas personalizados. Asimismo, se recomienda que haya una opción de “control de contacto” la cual es bastante útil ya que permite verificar que se de una transmisión adecuada de las ondas de ultrasonido para que estas traten directamente la zona afectada. Finalmente, existen modelos portátiles los cuales son bastante ergonómicos.
Usted puede encontrar aparatos de ultrasonido de alta calidad en la página web de GirodMedical.
Se le recuerda que debe utilizar los equipos de ultrasonido con una alta prudencia. Se urge evitar su uso en algunas personas como: mujeres embarazadas, personas que se hayan sometido a un trasplante recientemente, personas que sufren de patologías cancerígenas, de reflejos embotados, de necrosis, nódulos u otras lesiones tuberculosas evolutivas o en personas que no perciban adecuadamente el calor. Asimismo, es importante evitar las zonas cercanas a los órganos reproductivos, el cerebro y la médula espinal.
Los beneficios de la ultrasonoterapia
La terapia ultrasónica es ideal para aportar cuidados a nuestro cuerpo con el fin de garantizar una salud óptima. De tal manera, los dispositivos de ultrasonido son ideales para proveer un efecto analgésico a los lugares de nuestro cuerpo donde normalmente se presentan los dolores tales como los músculos, las articulaciones, los nervios, la epidermis, etc. Así pues, la terapia ultrasónica provee beneficios que proveen acciones fibrolíticas, descontracturantes, anti inflamatorias, estéticas y de mejora de la circulación sanguínea.
Asimismo, los aparatos de ultrasonido permiten estimular la difusión de sustancias terapéuticas a través de nuestro cuerpo de manera que se estimule la sanación de la patología que se está tratando. Por otra parte, es importante destacar los efectos térmicos que la ultrasonoterapia aporta ya que estos proveen un efecto de drenaje que estimula una mejora en el metabolismo de nuestro organismo.
Conclusión acerca de la pubalgia atlética
Esta condición médica era una verdadera epidemia para los futbolistas en los años 80; sin embargo, hoy en día padecer una pubalgia es cada vez más raro gracias a las campañas de prevención realizadas por los médicos especializados en el deporte, a los educadores profesionales y a los entrenadores de los clubes de fútbol.
No obstante, siempre hay que estar vigilando su estado de salud ya que en los deportes actuales, con los clubes de alto nivel y los centros de formación “Pro», no se le permite a un deportista alejarse del terreno de juego por un tiempo mayor de 3 a 6 meses. Lo anterior puede conllevar a que se presenten patologías como la pubalgia y que el futbolista deba dar fin, de manera precoz, a su carrera deportiva.
El preparador físico, el fisioterapeuta, el podólogo, el nutricionista y el médico deportista juegan un papel importante en la prevención de las pubalgias, las cuales afectan en principio a los futbolistas, los esgrimidores, los tenistas e incluso a algunas personas no practican ningún deporte de manera regular.