Cómo funciona un desfibrilador

La desfibrilación consiste en emitir una corriente eléctrica en el corazón de la víctima cuando éste deja de latir, o presenta un ritmo de latido anormal. Es en estos casos específicos en los que el desfibrilador es utilizado, su objetivo es restablecer el ritmo cardíaco normal de la víctima.

Un desfibrilador funciona generalmente con baterías para que pueda transportarse fácilmente.

Durante una situación de urgencias en un lugar público y con acceso a un desfibrilador lo primero que hay que hacer es llamar a emergencias al 112 informándoles de la situación. A continuación debe realizarse una reanimación cardiopulmonar (RCP) y continuar con el desfibrilador. Una vez éste esté encendido deberás colocar los electrodos y seguir las instrucciones facilitadas por el aparato. Estos son los 3 pasos básicos: llamar a emergencias, realizar el RCP y desfibrilar. En un paro cardíaco el tiempo es primordial, cuanto antes sea atendida la víctima, mayores posibilidades de supervivencia tendrá.

Consulta el artículo sobre cómo realizar un masaje cardíaco o RCP para conocer todos los pasos del RCP.

¿Cuándo y cómo usar un desfibrilador?

Un desfibrilador debe ser utilizado únicamente en caso de paro cardiorrespiratorio, es decir, cuando la víctima está inconsciente, no responde a estímulos y no respira más. En una situación de emergencia en un lugar público con un desfibrilador accesible, es necesario respetar tres pasos recomendados por la Sociedad Española de Cardiología.

  1. Llamar al 112,  línea de teléfono gratuita, prioritaria y exclusiva para la comunicación de situaciones de emergencia. Se debe explicar al operador que está junto a un paciente que ha perdido el
    conocimiento y que no respira. También es necesario describir su ubicación de forma concreta para que la ambulancia pueda localizarlos rápidamente: dirección exacta, punto kilométrico, etc.
  2. Realizar un masaje cardíaco: En cuanto compruebes que la persona se encuentra en paro cardiaco hay que empezar con compresiones torácicas. Se recomienda usar el desfibrilador después de dos minutos de masaje cardíaco, si está disponible. No dude en consultar nuestra guía para saber cómo realizar un masaje cardíaco.
  3. Desfibrilar: una vez que tenga el desfibrilador en sus manos, es necesario encenderlo rápidamente. Luego, debe colocar las almohadillas de los dos electrodos (pre-gelificados) en el paciente (asegurándose de que la superficie esté bien seca), generalmente un esquema indica su ubicación para orientar a la persona que brinda los primeros auxilios. El primer electrodo se coloca debajo de la clavícula derecha, el otro en el lado izquierdo del tórax, de 5 a 10 cm debajo de la axila. Algunos modelos vienen con un kit de afeitado de emergencia para usar si la víctima tiene una cantidad de vello que impide fijar bien los electrodos en el pecho. Reanudar el masaje cardíaco hasta que lleguen los servicios de emergencias.

Estos tres gestos pueden salvar vidas, por lo que es muy importante conocerlos para aplicarlos correctamente en caso de encontrarse frente a este tipo de situaciones de emergencia. Si desea saber más sobre los gestos de primeros auxilios, ¡lea nuestro artículo!

El funcionamiento de un desfibrilador externo

Una vez encendido el aparato, es necesario colocar los dos electrodos en el paciente (verifica que la superficie no esté mojada), generalmente el desfibrilador incluye un esquema donde señala claramente los lugares en los que se deben colocar los electrodos. El primer electrodo se situa por debajo de la clavícula derecha y el otro en el lado izquierdo del pecho, entre 5 y 10 cm por debajo de la axila. Algunos modelos incluyen un kit de afeitado de urgencia que debe utilizarse si la víctima presenta una gran cantidad de vello que impida fijar correctamente los electrodos sobre el cuerpo.

Una vez el paciente esté preparado, el desfibrilador va a proceder al análisis, es decir, realizar un estudio de la actividad eléctrica del miocardio y decidir si es conveniente realizar una descarga eléctrica. Durante este proceso no debe tocarse a la víctima para no interferir en el diagnóstico.

Si el desfibrilador es completamente automático administrará directamente la descarga eléctrica indicándolo con una señal sonora. Este tipo de aparato es perfecto para un uso destinado al gran público.

Desfibrilador Fred Easy Automático AED de Schiller
Desfibrilador Fred Easy Automático AED de Schiller

Si se trata de una aparato semi-automático, el dispositivo demandará presionar un botón para iniciar la descarga.

Desfibrilador semiautomático Philips Heartstart HS1
Desfibrilador semiautomático Philips Heartstart HS1

En ambos casos no debe situarse pegado a la víctima para evitar recibir la descarga eléctrica.

Asimismo, el aparato indicará si la descarga ha sido capaz de conseguir que el corazón vuelva a latir. Si no es el caso, es necesario continuar los masajes cardíacos antes de realizar otro diagnóstico unos minutos más tarde. Si el procedimiento es un éxito y la víctima respira de nuevo pero sigue inconsciente,  es necesario colocarla en posición lateral, apoyada sobre un costado, para evitar la obstrucción de las vías respiratorias en caso de vómitos. Si la víctima recupera la consciencia, deben dejarse los electrodos y el desfibrilador encendido y esperar la llegada del personal de urgencias.

Incluso en caso de supervivencia es posible que la víctima sufra secuelas neurológicas irreversibles, pero sin una maniobra de reanimación inmediata, más del  90% de los paros cardíacos son mortales. Por ello es muy importante equipar los lugares públicos con desfibriladores externos, como también es importante formar a los ciudadanos en los gestos de primeros auxilios.

Existen desfribriladores de entrenamiento creados especialmente para la formación de equipos de seguridad y para todo tipo de públicos. Estos aparatos están programados para simular distintos escenarios con diferentes ritmos cardíacos que en ocasiones necesitan una descarga eléctrica.

Desfibrilador, modelo de entrenamiento, i-Pad NF 1200 Colson
Desfibrilador, modelo de entrenamiento, i-Pad NF 1200 Colson

¿Dónde encontrar un desfibrilador?

Los desfibriladores pueden encontrarse en muchos lugares públicos: Ayuntamientos, polideportivos, centros educativos, edificios públicos… Cada vez son más las empresas que se implican en cuestiones de cardioprotección y se preocupan por la salud de sus empleados.

Los desfibriladores externos (DEA/DESA) pueden ser utilizados por cualquier persona, están diseñados para que en caso de emergencia se puedan utilizar sin tener formación previa.

¿Cómo ayudan los desfibriladores de entrenamiento a preparar a los usuarios?

Los desfibriladores de entrenamiento son herramientas esenciales para preparar a los usuarios a intervenir en caso de una emergencia cardíaca. Diseñados específicamente para la formación de equipos de socorristas o del público en general, en el marco de cursos de primeros auxilios, por ejemplo. Están preprogramados con numerosos escenarios que simulan diferentes ritmos.

Desfibrilador de entrenamiento Saver One T
Desfibrilador de entrenamiento Saver One T

Estos dispositivos proporcionan instrucciones vocales y visuales, guiando a los usuarios en cada paso. Al practicar la colocación de electrodos, el análisis de los ritmos cardíacos y las compresiones torácicas, los usuarios ganan confianza y habilidad.

Los desfibriladores de entrenamiento pueden ajustarse para diferentes niveles de habilidad y ofrecen retroalimentación inmediata, ayudando a los usuarios a mejorar su técnica. De esta manera, están mejor preparados para actuar rápidamente y de manera efectiva durante una emergencia cardíaca real.

Desfibrilador, modelo de entrenamiento, i-Pad NF 1200 Colson
Desfibrilador, modelo de entrenamiento, i-Pad NF 1200 Colson

¿Cómo detecta un desfibrilador los ritmos cardíacos anormales y decide administrar una descarga?

Al usar un desfibrilador, los electrodos colocados en el pecho de la víctima captan la actividad eléctrica del corazón, que luego es analizada por el dispositivo. El desfibrilador está programado para identificar varios tipos de ritmos cardíacos anormales.

Entre estos ritmos, la fibrilación ventricular (FV) es un ritmo desorganizado que impide que el corazón bombee eficazmente, y la taquicardia ventricular (TV) es un ritmo rápido que puede evolucionar hacia FV o detener la función de bombeo del corazón.

Otros ritmos, como la asistolia y la actividad eléctrica sin pulso (AESP), generalmente no son tratables con una descarga, pero el desfibrilador puede detectarlos para informar al usuario que una descarga no es apropiada.

Si se detecta un ritmo tratable, el desfibrilador automático externo (DAE) carga automáticamente y administra la descarga sin intervención del usuario, mientras que el desfibrilador semiautomático (DSA) alerta al usuario sobre la necesidad de administrar la descarga, requiriendo presionar un botón para hacerlo.

A lo largo del proceso, el desfibrilador proporciona instrucciones vocales y visuales para guiar al usuario, incluidos mensajes para apartarse de la víctima al administrar la descarga e indicaciones sobre las compresiones torácicas que deben realizarse mientras se espera la llegada de ayuda.

¿Por qué es crucial el posicionamiento de los electrodos al utilizar un desfibrilador?

El posicionamiento de los electrodos al utilizar un desfibrilador debe ser delicado y preciso porque determina la eficacia de la descarga eléctrica entregada al corazón de la víctima. Los electrodos deben colocarse con precisión en el pecho de la víctima, generalmente siguiendo un esquema indicado en el dispositivo o en sus instrucciones. Un posicionamiento incorrecto puede resultar en una entrega ineficaz de la descarga o incluso lesiones cutáneas en la víctima.

Un buen posicionamiento asegura una transmisión óptima de la corriente eléctrica al corazón, maximizando así las posibilidades de restaurar un ritmo cardíaco normal. Siguiendo correctamente las instrucciones para colocar los electrodos, los usuarios pueden aumentar las posibilidades de éxito de la desfibrilación y mejorar los resultados en una situación de emergencia cardíaca.

La desfibrilación es una intervención necesaria en caso de paro cardíaco, con el objetivo de restablecer un ritmo cardíaco normal mediante una descarga eléctrica. Utilizado en situaciones de emergencia, el desfibrilador puede ser un dispositivo automático o semiautomático, accesible para el público en general y los profesionales. La disponibilidad de desfibriladores en lugares públicos y su uso adecuado pueden aumentar significativamente las posibilidades de supervivencia de las víctimas de paro cardíaco, destacando la importancia de la formación y la accesibilidad de estos dispositivos.

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