¿Adelgazar sin hacer régimen? ¡Es posible!

Nuestros consejos para perder peso sin hacer régimen

Cuando se trata de adelgazar, pensáis inmediatamente al régimen. Este último existe bajo odas las formas posibles habidas y por haber. Casi una decena de diferentes formas de adelgazar aparecen cada mes en las revistas de nutrición, en los sitios especializados o incluso en los consultorios de los nutricionistas. Las personas que les cuesta aceptarse tal y como son piensan que se trata de un problema de peso. Pero hay que saber que el régimen no es la mejor manera de adelgazar.

Es muy restrictivo para el cuerpo

La mayor parte de los regímenes impone muchas restricciones al cuerpo. Puede tratarse, por ejemplo, de un régimen mono-calórico  a base de proteínas únicamente, de ayunar parcialmente o totalmente, o incluso de un régimen mono-alimentario.  Sin embargo, como vuestro cuerpo no está acostumbrado a estas restricciones, hay riesgo de de que no pueda seguir este ritmo. En el peor de los casos puede afectar directamente sobre vuestra salud. Cambiar vuestras costumbres de la noche a la mañana no es bueno para el cuerpo y puede tener consecuencias negativas sobre vuestra salud.

Gran riesgo de recaída

Los regímenes en general no están hechos para hacerlos a largo plazo. De esta manera, el cuerpo no tiene tiempo de asimilar las nuevas raciones que recibe. Lo que hace que cuando paráis el régimen, el cuerpo sobre-compensa la pérdida de peso que ha soportado. Esta fase se llama la recaída (o efecto yo-yo). Es bastante peligrosa porque os arriesgáis a llegar a pesar más de lo que pesabais al inicio.

Además, un régimen privativo envía una señal de que algo falta al cuerpo. Entonces, el sistema pasa a “modo supervivencia” y por eso se pondrá a almacenar la grasa que recibe. No obstante, el interés del régimen es regular el peso y de eliminar las calorías y no guardarlas.

 

Tener buenas costumbres

Antes que todo, la mejor manera para perder peso de manera significativa es aprender las buenas costumbres. Habrá que hacerlo progresivamente para llevar vuestro cuerpo a aceptarlo más fácilmente. Las buenas costumbres a las que nos referimos  son sobretodos de orden alimentario e higiene en la vida cotidiana. Con respecto a este último sobre todo, no debéis olvidar realizar actividades físicas y su respectivo tiempo de recuperación a través de un buen sueño reparador y reposando.

Para saber si las buenas costumbres causan efecto sobre vuestro cuerpo, podéis haceros con una báscula.

Por supuesto que el objetivo no es controlar nuestro cuerpo obsesivamente pero que sepáis que pesaros regularmente os hará tener una noción de la evolución de vuestro peso. También podéis seguir vuestra evolución des de vuestro smartphone gracias a las básculas conectadas. Estos aparatos de medida del peso analizan vuestra salud a través de los indicadores de masa corporal (huesos, agua, grasa). Algunas básculas conectadas pueden incluso grabar hasta cuatro usuarios diferentes para permitir usarla a toda una familia. Los datos se envía al teléfono y se pueden compartir con quién queráis, como por ejemplo vuestro médico, un entrenador personal o simplemente a vuestros familiares y amigos cercanos.

 

Disminuir la cantidad de alimentos

La gula es un pecado para aquellos que desean adelgazar. Si queréis perder peso, hay que disminuir, para empezar, la cantidad de alimentos ingeridos. Tendrá que ser, pero, de forma progresiva sin hacer cambios bruscos al cuerpo. No comer no es la solución ya que el cuerpo pues sufrir. Para adelgazar es mejor comer pequeños platos bien equilibrados que una gran cantidad de comida irracional.

 

Adelgazar para vuestro bienestar

Poca gente se siente a gusto con un cuerpo con sobrepeso. Además, este tipo de cuerpo es fácilmente vulnerable a todo tipo de enfermedad. Por consecuencia, adelgazar tiene que ser una opción para encontrar vuestro bienestar, y, en algunos casos, vuestra vida social también.