Definición de hipertensión
La hipertensión arterial se debe a un aumento anormal de la presión de la sangre sobre la pared vascular. Es normal experimentar un aumento de la tensión ante situaciones estresantes o durante un gran esfuerzo físico. En las personas con hipertensión, la presión arterial elevada persiste durante los periodos de reposo o durante la ausencia de estrés; en estos casos la hipertensión arterial es considerada un patología.
Esta patología afecta aproximadamente al 20% de la población adulta, especialmente a las personas mayores o a aquellas con sobrepeso. La hipertensión está estrechamente relacionada con el estilo de vida. El consumo elevado de alcohol, el tabaquismo, la falta de actividad física y el consumo excesivo de sal son factores agravantes.
Los síntomas de la hipertensión
Es difícil detectar los síntomas de la hipertensión arterial ya que raramente éstos se manifiestan antes de llegar a una etapa muy avanzada. Sin embargo, durante un periodo de tensión elevada, podemos experimentar los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza acompañado de fatiga.
- Mareos y zumbido en los oídos.
- Palpitaciones.
- Sangrado de la nariz.
- Estado de confusión o somnolencia.
- Entumecimiento u hormigueo en los pies y las manos.
Es por ello que la importancia de vigilar su tensión arterial es de suma importancia para detectar cualquier tipo de anomalía cardíaca. La tensión se puede medir acudiendo a un centro médico especializado o en su propio domicilio con la ayuda de un medidor de tensión manual (esfigmomanómetro) o de un tensiómetro electrónico adaptable a todo tipo de brazos como el nuevo tensiómetro electrónico de brazo Omron M3 Intellisense HEM-7131-E, que incluye el nuevo brazalete dotado de la tecnología Intelli Wrap.
Tensiómetro electrónico de brazo Omron M3 Intellisense HEM-7131-E
Tensiómetro manual SPENGLER
Posibles complicaciones derivadas de una tensión alta
La presión ejercida sobre la pared vascular provoca su rigidificación, lo que favorece la contracción de enfermedades como:
- Problemas cardíacos y vasculares (anginas de pecho, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas).
- Problemas de riñón (insuficiencia renal) y en los ojos (lesiones de retina que pueden provocar una pérdida parcial o total de la visión).
Soluciones para bajar la tensión
Para evitar la tensión arterial elevada es importante prestar atención a nuestra alimentación, minimizando el consumo de sal y privilegiando el consumo de alimentos que contengan potasio (frutas y legumbres). Es importante también realizar actividad física de manera regular con el objetivo de evitar el sedentarismo y el riesgo de sobrepeso. Existe la posibilidad de practicar un actividad deportiva en casa que permita una mejor vigilancia de la presión arterial, gracias a la ayuda de herramientas deportivas específicas como bicicletas indoor o estáticas, bicicletas elípticas, cintas de correr o máquinas de remo.
El abuso de alcohol y el consumo de tabaco son igualmente hábitos a evitar.
Para las personas que sufren de estrés la práctica de actividades de relajación y meditación son una buena alternativa para prevenir la tensión elevada. Si estas recomendaciones no son necesarias para evitar la hipertensión arterial, un tratamiento médico será necesario.