¿Qué es el masaje tailandés?
El masaje tailandés o Thai es una práctica terapéutica asiática realizada en Tailandia para estimular la circulación sanguínea y la flexibilidad del cuerpo. Este masaje utiliza la base de las prácticas aplicadas anteriormente por Buda en la India, y esta igualmente influenciado por la medicina china tradicional, trabajando en los meridianos que buscan la armonización del flujo de energía en el cuerpo. Este flujo es normalmente denominado «Qi» o «Sen» en Tailandia.
El masaje tailandés se realiza desde hace más de 2500 años, lo que lo convierte en el masaje más antiguo, que además se sigue practicando hoy en día de la misma manera que en la época de los monjes budistas.
Estos monjes incluían en sus masajes tratamientos de la medicina ayurveda a través de la realización de prácticas cercanas al yoga, además de ofrecer consejos sobre la dietética o la fitoterapia (tratamiento médico basado en el uso de plantas y sustancias vegetales) para alcanzar un equilibrio físico y espiritual.
El masaje Thai ha ido poco a poco extendiéndose más allá de los templos budistas, y desde principio del siglo XX se practica en numerosos hospitales tailandeses.
Cuando los occidentales comenzaron a viajar de manera más habitual a Tailandia, muchos de ellos comenzaron a estudiar y exportar el masaje tailandés a Estados Unidos y Europa. Rápidamente este masaje alcanzó una gran popularidad debido, en parte, a su naturaleza más profunda y suave que el masaje sueco clásico.
¿Cómo se desarrolla una sesión de masaje tailandés?
El masaje tailandés se realiza vestido con prendas ligeras y confortables, generalmente con una camisa amplia, además de ropa interior de algodón, que suelen ofrecer la mayoría de centros de masaje y hospitales.
El masaje es realizado en el suelo, idealmente sobre un futón o tatami, también puede realizarse sobre una camilla si ésta es suficientemente grande (por ejemplo la camilla de masaje Bobath), el masaje tailandés implica la presencia del terapeuta sobre la superficie del masaje para poder manipular con facilidad el cuerpo de su paciente.
La comunicación es fundamental para el correcto desarrollo del masaje tailandés, es esencial que el masajista conozca las zonas dolorosas y saber si puede ejercer presiones más o menos fuertes a medida que el masaje avanza.
La práctica encadena presiones y estiramientos con la ayuda de los pulgares, las palmas de la mano, los antebrazos, los codos, los pies, las rodillas e incluso la tibia, con el objetivo de liberar los flujos de energía bloqueados que son la causa de dolores que pueden provocar un freno para alcanzar la plenitud física y mental.
Todo el cuerpo es masajeado teniendo en cuento los lugares en los que se encuentran los canales de energía y los puntos de acupuntura. Se trata de un proceso minucioso en el que cada punto es presionado de forma repetida desde diferentes posiciones.
Cuando el terapeuta considere que cada parte del cuerpo ha sido suficientemente tratada y que el paciente se encuentra en un estado de relajación física y mental satisfactoria, comienza la fase de estiramientos.
Los estiramientos se realizan de manera progresiva, el paciente estará tumbado y cada miembro del cuerpo será delicadamente estirado. A continuación, se invitara al paciente a sentarse para realizar un último estiramiento de la espalda. Para realizarlo el terapeuta se colocará de rodillas detrás del paciente y le hará inclinarse firmemente hacia atrás. Ésta es una etapa tan sorprendente como agradable para el paciente, quien sentirá como se estiran cada una de las vértebras de su cuerpo.
¿Qué beneficios tiene el masaje tailandés?
El masaje tailandés es un práctica terapéutica que tiene propiedades vigorizantes y estimulantes. Su carácter suave y relajante es beneficios para el paciente pero también para el terapeuta, y permite eliminar la tensión y el estrés además de proporcionar un extra de energía.
Las presiones ejercidas relajan los músculos y los dejan más propensos a permitir la circulación de las energías «Sen» en el organismo, porque cuanto más relajado este un músculo, más receptivo será.
En el masaje Thai clásico se estiran los músculos hasta su posición habitual de reposo, lo que permite que el cerebro entienda que todo funciona mejor, lo que se traduce en una profunda sensación de bienestar general.
La relajación de los músculos tiene un impacto directo sobre la flexibilidad del cuerpo que se traduce en una inmediata sensación de vitalidad.